No solo debemos tomar en cuenta los aspectos estéticos, también hay otros puntos que se deben tomar en cuenta para realizar este trabajo con éxito.
Por menor que sea, toda reforma exige planificación y organización. Es importante cotizar a los mejores proveedores y elegir la mejor mano de obra para evitar problemas y dolores de cabeza durante las etapas.
A diferencia de la construcción, donde, por lo general, no hay nadie circulando o habitando en la casa; durante una refacción, es común que las personas ya estén viviendo – a menos que la reforma suceda en un posible cambio y exista tiempo de ejecutar todo el trabajo sin incomodar.
Reformar puede ser una pesadilla para algunas personas – que no saben cómo manejar suciedad o el ruido -, como también puede ser una fase de gran expectativa para quien ansía ver su casa arreglada. Con el fin de minimizar las preocupaciones, te damos los siguientes consejos.
Planificar la reforma es el primer paso para obtener éxito en esta fase. Establece un cronograma con proveedores, entregas y fechas en que se ejecutarán los diferentes servicios. Si la reforma involucra a todas las habitaciones, este calendario debe ser aún más completo. Si la reforma tiene un profesional responsable, como un arquitecto o diseñador de interiores, controla el plan ejecutado por él. Esto evita posibles contratiempos.
Busca siempre una buena relación de costo/calidad y no cierres el negocio antes de haber comparado otras empresas que suministran el mismo producto o material. Esto genera economía y seguridad.
Encontrar profesionales de confianza no siempre es una tarea fácil. En esta parte es posible que ocurran algunos dolores de cabeza si la contratación se realiza con prisa. Intenta tener referencias sobre la mano de obra contratada, después de todo, nadie quiere un servicio mal ejecutado o inacabado por cuenta de una empresa o una persona que actúa de mala fe.
Informa a los proveedores de servicio todos los horarios de la familia, así que pueden adecuarse a la rutina y ejecutar servicios específicos en el momento en que tenga un número menor de personas que circulan por el espacio.
Nadie se merece el desorden, la suciedad y la desorganización, por lo tanto, combinar con el proveedor de servicio justo en el primer día de trabajo que estos elementos deben seguirse al día al final del día, es una manera de optimizar su tiempo y tener una buena relación.
Cuida tus objetos, cúbrelos para no causar molestias y gastos innecesarios.
– Cubre el piso, si se hace un trabajo de pintura.
– Arrastra los muebles, si facilita la circulación de personas
– Guarda objetos sensibles o de valor en un lugar seguro, a fin de evitar caídas.
Una reforma no siempre debe ser sinónimo de desorganización y dolor de cabeza. Si la planificación está bien hecha y los horarios bien estipulados, es posible tener una refacción sin grandes imprevistos.
En algunas reformas es necesario mover componentes eléctricos o hidráulicos. Aquí se necesitan cuidados que demandan mayor atención y profesionales aptos para desarrollar estos servicios específicos.